25
Jue, Abr
0 Nuevos artículos

Paco Cubelos e Íñigo Peña firman el sexto puesto en una final olímpica durísima

Deportes

Son unos Juegos Olímpicos, todos llegan a esta cita con las mismas intenciones y al final tan sólo tres, en algunos deportes hasta incluso cuatro, son los que tienen el privilegio de colgarse una medalla al cuello y en esta ocasión a la dupla formada por Paco Cubelos e Íñigo Peña no les llegó ese ansiado y a la vez deseado premio de verse entre los elegidos.

Pero aun así tanto el talaverano como el zumaiarra deben de sentirse orgullosos de lo que han logrado, ni más ni menos que un sexto puesto en una final olímpica, lo que supone un diploma como finalista y dice bien de ambos que, desde que arrancaron ciclo, no se han bajado de la élite competitiva.

En el Canal del Bosque de Mar los metales se vendieron tremendamente carísimos, basta decir que el pase a la final ya de por sí fue duro y nuestros representantes lo lograron merced a ese apretón final que les daría una cuarta plaza, suficiente para, unas horas más tarde, poder pelear por los metales.

Quizá la única pega o el peaje que tuvieron que pagar por disputar esa finalísima radicaría en número de la calle, la octava y más exterior de todas, lo que en cierto modo pudo condicionar su paleo por el viento y por el oleaje que había sobre la bahía de Tokio en esos momentos en los que se celebraba la prueba.

Ésta no arrancó del todo mal para el binomio español, que arrancaría con el quinto mejor parcial de los ocho participantes. Lo malo es que pasaban los metros y las distancias no se apretaban con los puestos de medalla, especialmente con los australianos Van del Westhuyzen – Green, quienes impusieron desde el primer momento un ritmo endiablado.

Últimos 250 metros y momento de poner el turbo para la pareja española, pero esta vez no fue eso suficiente para soñar con el deseado metal, aunque sí para hacer el mejor parcial final y subir hasta una sexta plaza que deja un sabor amargo, porque seguramente tanto Paco Cubelos como Íñigo Peña esperaban más, pero que analizándolo en frío debe servir para sentirse orgullosos de este binomio, una prueba más entrando en finales.

La victoria fue para la dupla australiana, muy firme toda la carrera, y daría la sorpresa ante el sólido binomio alemán de Hoff y Schopf, quien partía con el cartel de favoritos. La tercera de las plazas le correspondería a los checos Dostal y Slouf en una final donde las medallas se vendieron carísimas.