Legendarias. Únicas. Inagotables. Se nos acaban los adjetivos para definir a las jugadores del equipo nacional de waterpolo. Esta tarde se han impuesto por 8-6 a Hungría y se han clasificado para la gran final de los Juegos Olímpicos, la segunda que jugarán en su historia. Ahí espera la de siempre, Estados Unidos. Habrá batalla. Sin duda.
Primer cuarto inmaculado de las nuestras. Perfectas, excelsas en defensa, con una Laura Ester infranqueable, las españolas han logrado ponerse dos arriba con dos zarpazos de Anni Espar y Bea Ortiz. Hungría se ha topado una vez tras otra con un muro que ha impedido que anotaran un solo gol en los primeros ocho minutos (2-0).
Inmejorable la puesta en escena de España, que conseguía a poco de comenzar el tercer periodo añadir otro tanto de renta, obra de Anni de nuevo. Eran ya 11 minutos sin ver puerta para las magiares, que rompían esa sequía por medio de Szilagyi. Pero lejos de bajar revoluciones, las de Oca reaccionaban con un parcial de 2-0 (Anni y Judith) que colocaba el 5-1 a 2:31 para el descanso largo. Illes recortaba antes del ecuador (5-2).
Tras la reanudación, las magiares lograban hacer subir el 5-2, pero la benjamina Elena Ruiz, en otra demostración de madurez tremenda a sus 16 años, ampliaba distancias de nuevo. Laura Ester seguía parándolo casi todo, excelsa, pero no podía con el penalti de Szilagyi (6-4). Otro gol de Elena Ruiz y el primero de Maica lo dejaban todo muy bien encarrilado a ocho para el final (8-4).
A pesar de no poder batir el marco rival, el equipo dirigido por Miki Oca se ha defendido con uñas y dientes, Laura ha seguido parándolo todo y el final ha sido feliz. El 0-2 logrado por las húngaras no les ha dado para acercarse a un equipo español que sigue agrandando su leyenda.
