Una mala salida y la rotura del timón de su embarcación fueron los lastres con los que Paco Cubelos tuvo que competir este domingo en la finalísima de la categoría K1 5.000 metros del Campeonato del Mundo de Piragüismo que a lo largo de estos días se celebraba en Canadá.
Y esa problemática sin duda le da al de Talavera de la Reina un mérito mayor al resultado obtenido, ni más ni menos que una medalla de bronce con la cual, por cierto, ayudaba a España a terminar líder del medallero dentro de la competición mundialista, sin lugar a dudas algo para recordar en el piragüismo patrio y que muestra la buena salud que éste muestra.
En la prueba con la que se cerraba la competición en tierras canadieneses salió el palista talaverano dispuesto a resarcirse de ese octavo puesto en la final de la categoría K1 1.000 metros, que fue también un magnífico resultado, pero está claro que el pequeño de la saga Cubelos quería más.
Le salió complicada de inicio la prueba de los 5.000 metros, pues unos problemas en la salida derivaron posteriormente en la rotura del timón, lo que hizo por momentos que por su cabeza pasase la retirada, como así lo confesó posteriormente. Decidió seguir y cada paso por las ciabogas se convertía en un suplicio, pero lo que no te mata te hace más fuerte.
Y precisamente el talaverano se veía fuerte con el paso de las vueltas, de hecho se veía arriba y cada vez quedaba menos para completar los cinco kilómetros. Dominaba el sueco Joakim Linberg, que con un tiempo de 21:34.26 se alzaría con la medalla de oro y tras éste cruzaba la meta el alemán Tamas Grossmann que firmaba un registro de 21:51.39.
Tan sólo a tres segundos de la medalla de plata, con un tiempo de 21:54.46, el tercero de los participantes en llegar a destino sería un Paco Cubelos que celebraba ese resultado, un bronce que le sabe a gloria y que supone una nueva medalla internacional para el talaverano, quien en apenas unas semanas afronta un campeonato continental al que llega con ese plus de moral y en el que intentará despedir el 2022 competitivo de la mejor manera posible.
Y esa problemática sin duda le da al de Talavera de la Reina un mérito mayor al resultado obtenido, ni más ni menos que una medalla de bronce con la cual, por cierto, ayudaba a España a terminar líder del medallero dentro de la competición mundialista, sin lugar a dudas algo para recordar en el piragüismo patrio y que muestra la buena salud que éste muestra.
En la prueba con la que se cerraba la competición en tierras canadieneses salió el palista talaverano dispuesto a resarcirse de ese octavo puesto en la final de la categoría K1 1.000 metros, que fue también un magnífico resultado, pero está claro que el pequeño de la saga Cubelos quería más.
Le salió complicada de inicio la prueba de los 5.000 metros, pues unos problemas en la salida derivaron posteriormente en la rotura del timón, lo que hizo por momentos que por su cabeza pasase la retirada, como así lo confesó posteriormente. Decidió seguir y cada paso por las ciabogas se convertía en un suplicio, pero lo que no te mata te hace más fuerte.
Y precisamente el talaverano se veía fuerte con el paso de las vueltas, de hecho se veía arriba y cada vez quedaba menos para completar los cinco kilómetros. Dominaba el sueco Joakim Linberg, que con un tiempo de 21:34.26 se alzaría con la medalla de oro y tras éste cruzaba la meta el alemán Tamas Grossmann que firmaba un registro de 21:51.39.
Tan sólo a tres segundos de la medalla de plata, con un tiempo de 21:54.46, el tercero de los participantes en llegar a destino sería un Paco Cubelos que celebraba ese resultado, un bronce que le sabe a gloria y que supone una nueva medalla internacional para el talaverano, quien en apenas unas semanas afronta un campeonato continental al que llega con ese plus de moral y en el que intentará despedir el 2022 competitivo de la mejor manera posible.
